sábado, 16 de noviembre de 2013

Bitácora de Buenos aires, día seis, mis vacaciones de mis vacaciones en La Plata, ultima parte

Prosigo de la publicación anterior. Dudo al prinsipio, tengo muy mala pinta, como siempre. decido entrar y la north star guían mis pasos como dándome fé. el lugar era fantástico, ecléctico un boliche de jóvenes hecho milonga. Con Rociíto, mi sobrina, hablamos en la tardede la ciudad de la Plata. Le contaba yo que fotos lindas saqué y ella me iba informando de esta manera: " La Plata es en su mayoría una ciudad de funcionarios públicos, al ser el gobierno de la provincia de Buenos aires, no de la capital Federal, rige la vida de varios millones de habitantes. Quienes trabajan aquí lo hacen en el gobierno y también en la YPF, son gente que está de paso. Están también los estudiantes, pues la plata es a su vez una ciudad universitaria. Muchos chicos y chicas vienen aquí a cursar de toda la provincia, esta es la mejor época, en enero todo el mundo salió de la ciudad, bien porque los funcionarios públicos salen de vacaciones, bien porque los estudiantes regresan a sus ciudades natales." Me lo decía así con todo el fresco profesionalismo de alguien que está por graduarse. Nicolas y Rocío este verano estarán en Lima. Quieren  ir a la playa, visitar a la familia y amigos y compartir con nosotros sus exquisitas y sanas recetas.  Luego la Familia entera retornará a La Plata, padres incluidos. Una orquesta tocaba, la entrada es accidentada y estrecha, un par de chicas lindas la cobraba, quince pesos.  Pagué y el cuarteto con cantante hacia sonar tangos. un buen número de gente disfrutaba, estaba lleno y no había mesa, me fui muy al fondo a dejar la casaca. Luego me acerqué a la barra que estaba sobre la pista de baile. Pedí agua y me la sirvieron, vi llegar un grupo de chicas y le sonreí a una, ella me devolvió la sonrisa y se sacó el saco que escondía un short muy pequeño dorado, apenas cubiertas por unas medias en red sus piernas, era muy blanca y su cabello era muy muy negro, el contraste era muy atractivo. Me le acerqué sin dudar y la saqué a bailar. Bailamos con la orquesta y me sentí bienvenido en la plata, entre canción y canción conversábamos, me dijo: "Sos de Perú, mirá,.... Y hacés una milonga en Lima?... Te voy a presentar al organizador para presentártelo". Yo negué con la cabeza, quería bailar con ella. Porque la impresión de La plata es la de primavera, primero por sus forndosas calles que dibujan miles de sombras con sus árboles. Su vegetación exhuberante y bien cuidada hacen creer que la ciudad emerge de un bosque. También es una ciudd universitaria que alberga niñas que recién están probando su juventud dejando la adolescencia. Esta milonga estaba llenas de esas que como flores y ninfas bailaban alrededor de una orquesta.

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