Maleva Milonga es un espacio para bailar tango en Lima, abierto todos los domingos de 6:30 a 10 de la noche. Ubicado en el Centro de la amistad Peruano Chino: Avenida de la Peruanidad con jirón Mogaburos, Jesús María, Lima - Perú. Encontrarás aquí una excelente pista de baile, una exquisita selección musical, unos amigos sinceros y buenos bailadores. A cambio se te pedirá brindar tus mejores sentimientos en un abrazo. Te eperamos...
lunes, 11 de noviembre de 2013
Bitácora de Buenos Aires día dos
Ayer me impuse manejar el mapa de Buenos Aires y comprar la guía T, salí a la tarde con el fin de conocer San Telmo, me fui en subte e hice trasbordo. No llegué exactamente donde quería pero si estaba en San Telmo. Caminé por Independencia con el mapa en la mano deteniéndome en cada esquina, yendo y regresando. Llegué al mercado de San Telmo y luego me tomé una cerveza en la Plaza Dorrego donde un par de bailarines hacían exhibiciones para turistas, tomé cervecita y eche a andar para la ideal. Crucé una plaza con manifestación gay, llegué a Florida donde un peruano (cuando no) me cambió dólares, el obelisco y luego la ideal. El edificio precioso, la madera brillante de tanta historia y tanguería, me senté junto a un viejo de chaleco estrafalario, que se hacía notar y comencé a tomar fotografías. La milonga es de menor nivel que la de Zum un poco extraña y más personas mayores, hablé con el viejo de al lado y me contó Detalles, se llama Mario baila hace 65 años, no le gusta bailar con argentinas, sólo extranjeras y se vende o alquila para clases. Me dijo " tengo 85 años, y ya no tengo tiempo, tengo que disfrutar y por eso sólo bailo con extranjeras, las argentinas no, las mujeres son las que lo agotan a uno, andá a un asilo y verás que si hay 10 varones hay 80 mujeres, los mataron a todos pibe...." Me enseña una foto con una gringa de unos 68 años, en pose de tango y con la leyenda: "Mario clases de tango", me dice: "La ves? es Carroll, se alquiló un departamento en San Telmo. Viví con ella 6 meses, entendés lo que te digo pibe?..." salí a bailar con una mujer madura de rasgos fuertes, rolliza y simpática, argentina de más de 65, buena la tanda, desde la tribuna Mario me gritaba cuando pasaba junto a él: "Juntá!, Juntá los pies pibe, juntá!" Luego al no saber muy bien como cabecear y ver que las parejas de argentinos no bailaban con nadie y las extranjeras prometedoras estaban en manos de los tres ases de la milonga atiné a sacar a una chinita australiana con dos clases de tango y la pasamos bien. Hablamos en un espanglish enredado y tomamos un cortado. Zapatos y al depa para prepararse para la noche. La ideal en general no me gustó, puede ser el día o el horario, fui en matiné, pero no estuve del todo a gusto en lo baile se trata, lo bueno es la anécdota de Mario y saber que el tango no es uno solo sino varios. El plato fuerte del día estaba por llegar, la noche. En casa me preparé algo de comer y descanse de lo caminado, no me animé a la clase y llegué un poco tarde a la milonga, tomé el subte para acercarme y luego un taxi para llegar al club de arquitectura. Un club muy lindo con canchas de fútbol, tenis, piscina y zona para parrillas. Varios salones donde hacer reuniones y una vida social muy activa. El salón más bonito estaba reservada para la milonga, entré feliz al respirar el ambiente y ver a la gente. Una milonga media formal pero bien organizada. Yo llegué con un grupo de amigos variopinto de estadounidenses, Francesa e Italiano. Si la noche anterior me sentí desamparado, esta noche me sentí súper protegido y aceptado. Nos saludábamos con familiaridad y bailábamos entre nosotros. No conozco el nombre de los famosos que estuvieron esa noche pero había un nivel increíble, gracias a este grupo de amigos que llevan tiempo en Buenos Aires llego a milongas de buen nivel. La música estuvo excelente y el ambiente muy lindo pude conocer y ser reconocido en la pista robando un par de miradas. La pasé bomba bailando conversando conociendo. Hubo show cn tres bailarines mayores, cada uno diferente y mayor de 70 años. Cada uno bailaba desde la adolescencia, cada uno nos mostró su tango en su estilo. Salí de la milonga emocionado y con el grupo nos dirigimos a la Viruta a seguir bailando y tomar nuestro cortado con medias lunas. A la salida decidí probar mi manejo del mapa de buenos aires y caminé 15 cuadras para llegar a las 6:30 de la mañana al departamento. Lo logré y sentí una gran satisfacción de poder moverme por la ciudad. Ya en la cama las emociones de la noche me jugaron una mala pasada y me mantuvieron en vela recordando y saboreando los momentos geniales de todo el día. Hoy San Telmo, La Glorieta y otras milongas..... cortadito y medias lunes en la Viruta? seguro que si!
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